NO HAY INVENCIBLES
Por Isabel Sepúlveda
Atrapados en su propio laberinto, muchos políticos no saben cómo salir de las encrucijadas que ellos mismos construyeron con soberbia, cinismo y avaricia o, en algunos casos, con excesiva ingenuidad.
Comencemos por el PAN. Varios precandidatos a la Gubernatura y Alcaldías se encuentran muy preocupados, y con justa razón: el partido está en manos de personajes cuyo paso por puestos públicos y por la estructura del partido político ha sido ejemplo de las peores prácticas: Alfredo Argüelles, Rodolfo Ocampo, José Ma. Martínez, Gustavo González, por mencionar algunos.
Pero dichos precandidatos panistas, cuando tuvieron la oportunidad, poco hicieron, y nada fue efectivo, para evitar que estos sujetos se adueñaran del partido, a pesar de sus presuntos actos de corrupción (ampliamente conocidos y documentados). La mayoría guardó silencio "para no perjudicar la imagen del partido", y les fue peor, ahora ellos manejan la elección de candidatos panistas, o sea, la suya.
Necesitan mucha inteligencia y todos los medios legales a su alcance para impedir que, de la amañada consulta para elegir candidatos, organizada por la dirigencia estatal, resulten ganadores dos personas aliadas a los dueños actuales del PAN estatal, que hundirían el porcentaje de votación: Hernán Cortés, ex Alcalde de Tlaquepaque -sin ningún mérito para recordar- y ex dirigente del PAN Jalisco, donde promovió afiliaciones masivas y dudosas; y el ex dirigente de los constructores, sin ninguna experiencia política, Miguel Zárate. De ser estos los candidatos al Gobierno estatal y a la Alcaldía de Guadalajara, respectivamente, el PAN corre el riesgo de quedar como tercera fuerza electoral, abajo del PRI y de la coalición de izquierda, en los próximos comicios.
Sí, Enrique Alfaro la hizo de nuevo, pero nada es seguro. Ha resistido una y otra vez los intentos del Grupo UdeG de someterlo a su redil. Se resistió también ante el PRI y no aceptó el ofrecimiento para ir por una senaduría, que le hubiera significado un alejamiento de la política local, y eso no le convenía.
Ahora, el Alcalde con licencia de Tlajomulco es precandidato de una coalición de partidos políticos de izquierda para el Gobierno de Jalisco: PT y Movimiento Ciudadano, ambos casi sin representación en nuestro Estado. Para estos partidos, Alfaro es, literalmente, su tabla de salvación: actualmente, su única carta es Andrés Manuel López Obrador, quien solo tampoco les daría un gran porcentaje de votos. Localmente no tienen ninguna figura de peso, y con Alfaro pueden llegar a ser la tercera fuerza política de Jalisco -y quizá hasta la segunda-, mantener su multimillonario financiamiento público y abrir su futuro local porque, aun si pierden la elección, con seguridad este precandidato ya ha contemplado cómo los escenarios posteriores le pueden beneficiar.
Para Alfaro, los problemas pueden radicar en la desconfianza ciudadana en los partidos que lo postulan, en la controvertida figura de AMLO y en la excesiva confianza en sí mismo, misma que lo puede llevar a perder el piso y empezar a tener conductas autoritarias.
En el caso de PRD, que todavía no ha decidido firmar para ser parte de la coalición, el control del Grupo UdeG lo tiene al borde de perder el registro en Jalisco, por sus pocas posibilidades de alcanzar por sí solo el mínimo porcentaje de votos requerido. Si su presidente estatal, Roberto López, se acercó de último minuto a la conferencia de prensa donde se declaró precandidato de la coalición a Alfaro, fue porque los obligaron desde México, y si ahí se quedan, será para no perder el registro, para seguir con el excelente negocio de tener un partido político y para boicotear la candidatura de "unidad". ¿Y su precandidato, el diputado local Raúl Vargas? Bueno, al igual que cualquier legislador, tiene un enorme lastre por el pésimo desempeño de la actual Legislatura, donde él ha desempeñado los más altos puestos.
El Grupo UdeG está acostumbrado a mandar, ganar y tener piezas en todos los partidos para moverlas a su antojo e interés: uno de los primeros actos del actual diputado local panista y ex coordinador de su fracción en el Congreso local, José María Martínez (sí, uno de quienes controlan el PAN), fue organizar un homenaje público a Raúl Padilla. Pero el fuerte del Grupo está en el PRI: Trino Padilla, hermano de Raúl y actual diputado federal por el PRI, es uno de los precandidatos a la Alcaldía de Guadalajara. No la tiene fácil: la lucha por las candidaturas priistas, a la que poco le falta para ser franco pleito, está que arde, y muchos, inclusive del mismo grupo, se sienten con más derecho a contender que Trino.
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Fecha de publicación: 20 Ene. 12
